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Según la tradición cristiana... estamos quitando los adornos navideños antes de tiempo
En la mayoría de hogares, las decoraciones festivas se ponen y se quitan siguiendo un criterio muy práctico: cuando se dispone de tiempo para ello. En España, los días más habituales para decorar el árbol suelen ser los del puente de la Inmaculada, y muchos hogares retiran los adornos en cuanto el 6 de enero sale por la puerta. Estamos dispuestos a vivir inmersos en el espíritu navideño durante semanas antes del 25 de diciembre, pero, una vez terminados los días grandes, la realidad se impone y queremos sumergirnos de nuevo en la rutina en cuerpo, alma y decoración. ¿Y si os dijéramos que lo estamos haciendo todo mal?
Tras investigar, la fecha corecta según el calendario litúrgico para quitar la decoración navideña es la siguiente:
Aunque el 7 de enero parezca un día tremendamente aburrido, lo cierto es que sigue estando dentro del tiempo de Navidad. Esta época se prolonga desde el 25 de diciembre, el día en que celebramos el nacimiento de Jesús, hasta el primer domingo después de la Epifanía. Este año 2023, ese primer domingo será el 7 de enero.
Pero no cojamos carrerilla. Resistamos la tentación de empaquetar el belén en cuanto termine la semana de Reyes. Aunque la Navidad haya terminado, la tradición dicta que el belén no se debe retirar hasta el día de la Candelaria, el 2 de febrero.
"El 2 de febrero, el calendario litúrgico celebra la Presentación de Jesús". La conocida como Fiesta de la Luz recoge el pasaje de las Escrituras (Lc 2:22-39) en que el Niño es llevado al Templo de Jerusalén para ser presentado, y se lleva a cabo la purificación de la Virgen María tras el parto siguiendo la ley de la época. Con esta se cierran las fiestas de la primera infancia de Jesús y, si seguimos la tradición, a partir de este día podremos guardar nuestro belén en su caja.
Dado que el belén era la decoración navideña tradicional por excelencia en España desde que la importamos de Italia hace 300 años, la Candelaria es, de hecho, el único día marcado por la tradición para retirar algún adorno. Dado que habla explícitamente del belén, los que queramos respetar esta costumbre tenemos dos opciones: o quitar todo adorno, excepto el belén, en cuanto acabe la Navidad, como sugeríamos arriba; o esperar al 2 de febrero para quitar el árbol de Navidad, el belén, las guirnaldas y hasta al Papá Noel que lleva preguntándose qué hace en nuestra ventana desde el 26 de diciembre. Todo depende de cuán festivo queramos que luzca nuestro hogar durante el mes de enero.
Tras investigar, la fecha corecta según el calendario litúrgico para quitar la decoración navideña es la siguiente:
Aunque el 7 de enero parezca un día tremendamente aburrido, lo cierto es que sigue estando dentro del tiempo de Navidad. Esta época se prolonga desde el 25 de diciembre, el día en que celebramos el nacimiento de Jesús, hasta el primer domingo después de la Epifanía. Este año 2023, ese primer domingo será el 7 de enero.
Pero no cojamos carrerilla. Resistamos la tentación de empaquetar el belén en cuanto termine la semana de Reyes. Aunque la Navidad haya terminado, la tradición dicta que el belén no se debe retirar hasta el día de la Candelaria, el 2 de febrero.
"El 2 de febrero, el calendario litúrgico celebra la Presentación de Jesús". La conocida como Fiesta de la Luz recoge el pasaje de las Escrituras (Lc 2:22-39) en que el Niño es llevado al Templo de Jerusalén para ser presentado, y se lleva a cabo la purificación de la Virgen María tras el parto siguiendo la ley de la época. Con esta se cierran las fiestas de la primera infancia de Jesús y, si seguimos la tradición, a partir de este día podremos guardar nuestro belén en su caja.
Dado que el belén era la decoración navideña tradicional por excelencia en España desde que la importamos de Italia hace 300 años, la Candelaria es, de hecho, el único día marcado por la tradición para retirar algún adorno. Dado que habla explícitamente del belén, los que queramos respetar esta costumbre tenemos dos opciones: o quitar todo adorno, excepto el belén, en cuanto acabe la Navidad, como sugeríamos arriba; o esperar al 2 de febrero para quitar el árbol de Navidad, el belén, las guirnaldas y hasta al Papá Noel que lleva preguntándose qué hace en nuestra ventana desde el 26 de diciembre. Todo depende de cuán festivo queramos que luzca nuestro hogar durante el mes de enero.
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