Las Cuevas de La Lobera siguen revelando sus secretos: nuevos hallazgos sobre rituales íberos

Las Cuevas de La Lobera, uno de los santuarios más importantes del mundo íbero, vuelven a sorprendernos. Gracias al trabajo del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, nuevas excavaciones están sacando a la luz restos que ayudan a entender mejor cómo vivían —y especialmente cómo rendían culto— los íberos hace más de dos mil años.

En esta última campaña se han descubierto pequeñas construcciones que, según los arqueólogos, podrían haber tenido una función ritual. Lo más fascinante es lo que se ha encontrado dentro: numerosos fragmentos de cerámica íbera, restos de sacrificios animales —sobre todo mandíbulas—, e incluso un cuchillo ceremonial que parece haber sido utilizado en estos rituales. Además, han aparecido restos de un antiguo "fuego de hogar", posiblemente empleado en ceremonias o actos simbólicos.

Como parte del trabajo de recuperación y puesta en valor del entorno, también se ha acondicionado un nuevo espacio que no dejará indiferente a nadie: la llamada "Cueva Horadada". Se trata de una cueva excavada directamente en las entrañas de la roca, a la que se accede a través de un estrecho pasadizo. Al final del recorrido, el visitante se encuentra con una sorprendente estancia de forma casi circular, rematada por una cúpula abierta en su parte superior, lo que crea un ambiente misterioso y casi mágico. Aunque todavía no se conoce con certeza cuál fue su uso original, su singularidad la convierte en un lugar fascinante, lleno de posibilidades para futuras investigaciones. 

Cada nuevo hallazgo y cada rincón recuperado nos acercan un poco más al mundo íbero y a sus formas de vida, creencias y costumbres. Las Cuevas de La Lobera nos recuerdan que la historia sigue viva bajo nuestros pies, y que aún tiene mucho que contarnos. 

Agradecer a Carmen Rísquez, a Ana B. Herranz y en especial a Carmen Rueda su cercanía y sobre todo su predisposición a que aprendamos todo lo que potencialmente puede darnos un entorno nuestro como son las Cuevas de La Lobera