En mitad del siglo XX operaban en Castellar dos fábricas de lejía, la de Miguel Colomer Frigols en avenida de José López y la de Miguel Berzosa Nager en calle Guillermo Manjón.
Estas dos fábricas de lejía se daban la mano con otras tres o cuatro de jabón que por aquellas fechas operaban en Castellar.